QUERIDOS PAPÁS Y MAMÁS:
Sabemos que son momentos difíciles,
que la incertidumbre del momento actual es muy grande, que el estar
pendientes de vuestros hijos e hijas a tiempo completo, en un espacio cerrado,
es una tarea complicada. A ello se suman además nuestras propias preocupaciones
de adultos, el trabajo, la economía, la situación a futuro, la salud de nuestros allegados…
Se nos pide un esfuerzo
importante, como sociedad y como responsables de las familias , pensando en
ello la Unidad de Orientación del Colegio Miguel Primo de Rivera, ha pensado en
crear un blog que a modo de Escuela de Padres sirva para trabajar valores y actitudes
junto a nuestros niños y niñas, que no sólo sirvan, para superar estos tiempos
difíciles , sino que dejen su impronta en nuestro ánimo y en nuestra actitud.
Convencidos de que en medio de esta gran catástrofe surgirá algo positivo que
perdure para siempre.
Nos parecía que en primer
lugar, debiéramos hablar de la
resiliencia.
RESILIENCIA:
A
veces, como hemos dicho, la vida nos plantea situaciones que superan nuestras
capacidades: una enfermedad, la muerte de un ser querido, un sueño sin
conseguir, problemas económicos… Existen diferentes circunstancias que nos
pueden llevar al límite y hacer que nos cuestionemos si tenemos la fuerza y la
voluntad necesarias para continuar adelante.
La resiliencia es la capacidad de sobreponerse a los
contratiempos. Es el convencimiento que tiene un individuo de superar los obstáculos de con éxito sin pensar en
la derrota a pesar de que los resultados estén en contra, al final surge un
comportamiento ejemplar a destacar en situaciones de incertidumbre con
resultados altamente positivos.
Evidentemete
debemos empezar por desarrollarla en nosotros mismos y por supuesto es muy
importante que enseñemos a nuestros hijos a desarrollarla con nuestro
EJEMPLO a través de conductas, del control de pensamientos y de actitudes que
ellos pueden aprender con el ejemplo y orientación.
Los
padres debemos no sobreprotegerles y sobre todo creer en ellos. No
se trata de evitar que se caigan, sino de enseñarles a levantarse, y para ello
tenemos que confiar en que ellos pueden. Por supuesto, tampoco se trata de
exponerles a peligros o ambientes agresivos “para que se hagan más fuertes”.
Tenemos que tener en cuenta que si somos nosotros
quienes estamos siempre gestionando sus problemas, y protegiéndolos
de los riesgos, evitaremos que ellos mismos sean responsables de su propia
vida. Desarrollarán una actitud pasiva donde no aprender de sus errores, donde
no hacer una valoración propia de sus experiencias para afrontar la vida con
mayor seguridad y competencia.
¿Cómo
podemos hacer que nuestros hijos desarrollen la resiliencia?
He aquí algunas pautas:
Alimentar
una autoestima positiva : Deben aprender a confiar en sí mismos para resolver
los problemas y tomar las decisiones adecuadas, a tomar la vida con humor y la
capacidad de reírse de sí mismos. Indícales cuales son sus puntos fuertes y
todo aquello que hacen bien. Cuando cometan errores, ayúdales a encontrar
estrategias de mejora, no te limites a indicarles solo el lado negativo, ni
tampoco a compararles con otras personas que lo hacen mejor que ellos.
Ofréceles oportunidades en las que puedan tomar decisiones, por pequeñas que
sean. Si conseguimos que tengan la sensación de que sirven para algo,
automáticamente estaremos ante niños con una elevada autoestima.
Estimular
su autoconocimiento: Indispensable. consiste en la
capacidad del niño de verse a sí mismos como personas capaces de manejar y
controlar situaciones. De ser responsables.
Animar
a los niños a fijarse metas: Fechas
importantes como el inicio del año o un cumpleaños, son ideales para enseñar a
los niños a establecer algunas metas en su vida. Marcarse objetivos que pueden
alcanzar e intentar disfrutar de los retos.
Aceptar
que el cambio es parte de la vida: Los
cambios pueden ser terribles para los niños y adolescentes. Tenemos que
ayudarles a ver que el cambio forma parte de la vida y que se puede reemplazar
con nuevas metas aquéllas que puedan haberse convertido en inalcanzables.
Hacer y tener amigos: Es
muy importante animar a nuestros hijos a hacer y tener amigos. Las
relaciones personales fortalecen la resiliencia de
los niños y les brinda con apoyo social. Necesitan desarrollar sus vínculos
afectivos con la gente que le rodea.
Enseñarles
a hacer preguntas: Las preguntas invitan a la
reflexión. Si les enseñamos a formular preguntas abiertas, se convertirán en
niños reflexivos y capaces de verbalizar sus preocupaciones y adversidades.
Enseñarles a afrontar y resolver problemas: Deben
afrontar sus propios problemas con decisión, sin rendirse y responsabilizándose
tanto de sus actos como de sus consecuencias o errores. Podemos darles
estrategias, ánimos y un apoyo continuo para demostrarles que ellos, van a ser
capaces de superar cualquier dificultad.
Por el momento os
proporcionaremos algunos materiales útiles para trabajar este aspecto:
EL HELECHO Y EL BAMBÚ
Un día decidí darme por vencido… renuncié a mi
trabajo, a mi relación, a mi vida. Fui al bosque para hablar con un anciano que
decían era muy sabio.
-¿Podría darme una buena razón para no darme
por vencido? Le pregunté.
-Mira a tu alrededor, me respondió, ¿ves el
helecho y el bambú?
-Sí, respondí.
-Cuando sembré las semillas del helecho y el
bambú, las cuidé muy bien. El helecho rápidamente creció. Su verde brillante
cubría el suelo. Pero nada salió de la semilla de bambú. Sin embargo no
renuncié al bambú.
-En el segundo año el helecho creció más
brillante y abundante y nuevamente, nada creció de la semilla de bambú. Pero no
renuncié al bambú.
-En el tercer año, aún nada brotó de la
semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú.
-En el cuarto año, nuevamente, nada salió de
la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú.
-En el quinto año un pequeño brote de bambú se
asomó en la tierra. En comparación con el helecho era aparentemente muy pequeño
e insignificante.
-El sexto año, el bambú creció más de 20
metros de altura. Se había pasado cinco años echando raíces que lo sostuvieran.
Aquellas raíces lo hicieron fuerte y le dieron lo que necesitaba para
sobrevivir.
-¿Sabías que todo este tiempo que has estado
luchando, realmente has estado echando raíces? Le dijo el anciano y continuó…
-El bambú tiene un propósito diferente al del
helecho, sin embargo, ambos son necesarios y hacen del bosque un lugar hermoso.
-Nunca te arrepientas de un día en tu vida.
Los buenos días te dan felicidad. Los malos días te dan experiencia. Ambos son
esenciales para la vida, le dijo el anciano y continuó…
La felicidad te mantiene dulce. Los intentos
te mantienen fuerte. Las penas te mantienen humano. Las caídas te mantienen
humilde. El éxito te mantiene brillante…
Si no consigues lo que anhelas, no desesperes…
quizá sólo estés echando raíces…
https://www.aulaplaneta.com/2015/03/27/en-familia/diez-peliculas-para-trabajar-la-resiliencia-con-tus-hijos/
Hay muchos cuentos y fábulas en este
blog que servirían para enseñar resiliencia, entre ellos se podrían recomendar:
Seguiremos en contacto.
Unidad de Orientación Educativa.