martes, 7 de abril de 2020

¡Vamos a relajarnos!

Queridos papás, mamás y familias.

Como vemos que sois muchos los que os interesáis por este blog de Escuela de Madres y Padres, queremos abordar un nuevo tema que nos parece interesante, especialmente en estos días de confinamiento, pero que seguro que resulta útil para otros muchos momentos y situaciones, ya que como padres muchas veces nos tenemos que enfrentar a momentos donde los niños están cansados y enrabietados o que entran en pánico ante alguna situación (visita médica, entrada al colegio, etc.) o que se sienten muy nerviosos.

Algunos de vosotros habréis observado que vuestros hijos e hijas están muy contentos estos días en casa.
¡¡Es normal!! Por regla general a todos les gusta tener a su papá y a su mamá junto a ellos, el mayor tiempo posible, y sobre todo si estos se ocupan continuamente de ellos y los acompañan en juegos y tareas.

Pero el confinamiento se prolonga, y todos (adultos y niños) estamos habituados, aún sin saberlo, a muchas actividades cotidianas que son potentes relajantes: el ejercicio o la conversación. Ambas se ven estos días disminuidas, nuestro espacio de movimiento y nuestro círculo de relaciones se está viendo muy reducido.

Y pensad que, además, los niños y niñas, por naturaleza, tienen que estar en constante movimiento y en estas circunstancias excepcionales, el confinamiento en el domicilio, la preocupación, la incertidumbre... pueden generar situaciones de estrés en todos los miembros de la familia.

RECORDAD: el estrés puede afectar a cualquier persona que se sienta abrumada, incluso a los niños.


Signos y síntomas

Si bien no siempre es fácil reconocer el estrés en los niños, los cambios a corto plazo en la conducta como alteraciones de humor, el mal comportamiento, el cambio en los patrones del sueño o el hecho de mojar la cama, pueden ser indicadores de estrés. Algunos niños experimentan efectos físicos, que incluyen dolor de estómago y dolor de cabeza. Otros tienen problemas para concentrarse o terminar la tarea escolar. Otros niños se abstraen o pasan mucho tiempo aislados.

Los niños más pequeños pueden mostrar signos de reacción frente al estrés al adoptar nuevos hábitos, como chuparse el dedo, enroscarse el cabello con el dedo o meterse el dedo en la nariz. Los niños mayores pueden comenzar a mentir, agredir a otras personar o desafiar a la autoridad. Un niño estresado también puede tener pesadillas, dificultad para irse del lado de sus figuras de apego, reacciones exageradas a problemas menores y cambios radicales en el desempeño académico.


Cómo reducir el estrés

¿Cómo podéis ayudar a vuestros hijos a enfrentar el estrés?

El descanso adecuado: es necesario guardar rutinas, no perder los ritmos de sueño y de actividad, en lo posible.

La nutrición correcta, bien pautada y en los horarios habituales pueden aumentar las habilidades para enfrentar esta y todas las situaciones.

Procurar tiempos para ellos todos los días: leer cuentos o participar en juegos, pero también cocinar, realizar tareas domésticas, labores artísticas.... y sobre todo hablar, procurad hablar mucho con vuestro hijos e hijas.

Distribuir la jornada en un horario previsible, con una rutina de ejercicios y tareas -no solo escolares-, también colaborar en tareas domésticas, actividad física, etc.

Pensad que cierto nivel de estrés es normal. Hay que explicarles que está bien sentir enfado, temor, soledad o ansiedad y que otras personas comparten estos sentimientos.

Cómo ayudar a los niños a enfrentar el estrés

Es muy importante, como decíamos, hablar con los niños/as, sobre cuáles son sus problemas, sus temores, sobre cómo se sienten, etc. A veces se niegan y puede resultar útil intentar hablar sobre sus propias inquietudes, para que ellos se suelten. Hablar de la situación que vivimos, hacerles entender, en la medida de sus posibilidades, respondiendo con franqueza a sus preguntar puede ayudarles.

La mayoría de los padres contáis con las habilidades para solucionar el estrés de vuestros hijos. Pero a veces es necesario recurrir a estrategias y métodos que ayudan y eso es lo que nos proponemos con esta entrada en este blog:
  • Hay libros que pueden contribuir a que los niños más pequeños se identifiquen con los personajes, que atraviesan situaciones estresantes y ellos puedan ver cómo las enfrentan.
  • La música también puede ayudar a crear momentos de tranquilidad. A veces alguna de sus canciones preferidas, pero también existen algunas recomendables para estos momentos.
  • Los juegos de relajación ayudar a los niños/as a mejorar su control emocional.
Las técnicas de relajación para niños son excelentes para lograr: mejorar la calidad de su aprendizaje, aumentar la calidad del sueño, reducir tensión muscular, prevenir crisis de asma, vencer la timidez, fomentar la concentración y la memoria, mejorar el control de las emociones, bajar el nivel de ansiedad, frenar tics, etc. No son pocos los beneficios, ¿verdad?

Durante esta semana, iremos añadiendo todas esas cosas guay y divertidas que hemos encontrado y que os pueden servir para relajaros en casa.

Para hoy, os dejamos tres vídeos de yoga para niños que esperamos pongáis en práctica.




Seguimos en contacto.


Unidad de Orientación Educativa.

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